Podología
Angiólogo Enrique Santillán Aguayo
Angiólogo Enrique Santillán Aguayo
NUEVO SERVICIO
Debido a que uno de nuestros objetivos principales es la atención integral, tenemos para ti ahora el servicio de podología.
El cuidado personal debe incluir siempre el cuidado de los pies y de las uñas, ya que representan los cimientos de nuestro cuerpo, por donde comienzan la mayoría de problemas mecánicos.
La podología complementa la atención médica en la salud vascular, ya que muchos problemas vasculares van de la mano de problemas en los pies y problemas en las uñas.
De hecho, la prevención podológica comienza desde el análisis del calzado utilizado por el paciente, ya que en un gran porcentaje de pacientes, la forma incorrecta del calzado tiende a condicionar deformaciones anatómicas en los pies, que pueden enfermar a tu sistema musculoesquelético, tu sistema nervioso e incluso tu sistema vascular; o complicarlo.
Aunque la mayoría de pacientes tienden a acudir al podólogo en situaciones de enfermedad, como cuando se padece de hongos en las uñas, cuando se forman callosidades dolorosas o se complica de alguna forma el pie o los dedos; la consulta podológica debe considerarse, como en cualquier disciplina médica, como una estrategia preventiva.
Esto es debido a que el calzado incorrecto tenderá a condicionar varias de las alteraciones biomecánicas que provocan la formación de juanetes como hallux valgus o quintus varo, vencimiento metatarsal (que muchos confunden con arco alto), deformación de los ortejos (dedos de los pies) en forma de garra, callosidades en distintas partes del pie, predisposición a que se entierren las uñas u onicocriptosis incluso que permitan la entrada a los hongos con la consecuente onicomicosis.
Por supuesto, podemos ayudarte a resolver todos tus problemas una vez que ya sucedieron, sin embargo, nuestra principal intención es promover la prevención.
¿Es necesario acudir al podólogo de forma recurrente?
La mayoría de personas no lo requieren, si aplicas todas nuestras recomendaciones preventivas (cambio de calzado) y correctivas (uso de plantillas si aplica); y no tienes ninguna enfermedad, entonces no lo necesitas.
Sin embargo, si eres diabético, tienes algún tipo de neuropatía (diabética, isquémica, radicular) o alguna enfermedad vascular no reversible (Linfedema, Úlceras varicosas), lo recomendable es que acudas a servicio de podología de forma recurrente, para lo que se individualiza acorde a las necesidades particulares, la frecuencia con que se requiere.