MEDIDAS DE PREVENCIÓN DE TROMBOSIS VENOSA

Es frecuente asociar de forma directa e irrevocable la presencia de várices o insuficiencia venosa con el riesgo de desarrollar una trombosis en las venas; y aunque sí es un factor de riesgo, no es uno tan importante como se piensa. Por ejemplo, una escala médica que evalúa el riesgo de una trombosis venosa en pacientes sometidos a cirugía (Caprini) considera que la presencia de várices sólo da 1 punto de riesgo para Trombosis venosa, mientras que, una cirugía de columna o de rodilla da 5 puntos de riesgo, razón por la que las cirugías ortopédicas son las más protrombóticas que existen, sin embargo, el desarrollo de una trombosis suele ser multifactorial. 

El factor común denominador para la presencia de una trombosis venosa es la inmovilidad prolongada, situación que condiciona lo que denominamos estasis, derivado del griego statikos que significa “estacionario”; y por lo tanto, la mayoría de los factores de riesgo siempre incluyen situaciones que condicionan inmovilidad prolongada por cualquier motivo, aunque sí puede haber enfermedades sanguíneas que provoquen trombosis (arterial o venosa), se llaman trombofilias. En este contexto nos enfocaremos en los factores de riesgo prevenibles, que podemos ejecutar todos los seres humanos sin depender de fármacos, como los anticoagulantes (ver tabla de factores de riesgo)  

*Daño en el vaso es lesión endotelial **Sangre espesa es hipercoagulabilidad

Los Factores de riesgo no prevenibles incluyen enfermedades en la sangre que predisponen a que se forme un trombo, y que es imposible prevenirlos, salvo con medicamentos (anticoagulantes), así como aquellas que provoquen un daño en las paredes internas de las venas (lesión endotelial) que deriven en una respuesta refleja natural después de un trauma (lesión), como es la formación de un trombo, con el propósito de evitar una hemorragia e iniciar el ciclo de reparación de los tejidos. Los factores de riesgo prevenibles, son aquellos en los que tenemos control, y su común denominador es siempre la inmovilidad o la limitación en la movilidad, por lo que, sugerimos las siguientes recomendaciones:

 

1.Evite el reposo de forma prolongada por cualquier motivo, opciones:

a.  Ambulación temprana, es decir, pararse a caminar tan pronto como sea posible, de ser posible inmediatamente 

b. Movimiento y ejercicios de las piernas mientras tengo que estar acostado (ver video de movimiento de los tobillos)

2.Control de peso en la medida de lo posible.

a. Debido a que mientras más peso, más volumen de sangre, y por lo tanto, más difícil para las venas subir la sangre de regreso. También debido a que al subir de peso, hay pérdida de masa muscular, y la fortaleza muscular en las pantorrillas es importante ya que se considera la bomba muscular de las venas. Mantener una función correcta de los músculos de la pantorrilla evita la estasis venosa (estancamiento). 

3.Use medias o calcetines de compresión, o dispositivos de compresión de grado terapéutico.

a.  Uso de prendas de compresión, se sugiere utilizar terapéuticas (20-30 mmHg), hasta la rodilla o muslo 

b.  Compresión neumática intermitente (botas de compresión)

c. Etimulador eléctrico de la contracción muscular en la pantorrilla (poco disponible en México)

4.Mantenerse adecuadamente hidratado

a. Sobre todo mientras más edad tengamos, debido a que la masa muscular es el tanque de gasolina para el líquido en el cuerpo, por lo que, poca masa muscular nos hace más susceptibles a la deshidratación, condicionando a que la viscosidad de la sangre se incrementa (se espesa), por lo tanto, incrementando el riesgo de taparse (trombosis). 

5.Estimular medidas de higiene venosa siempre Ver

6.¿Cómo prevenir una trombosis si voy a ser hospitalizado u operado?

a.  Debes acudir con tu Angiólogo de confianza para recomendaciones e indicaciones dirigidas al médico que te va a hospitalizar o someter a alguna cirugía