Colocación de catéter puerto

Para nutrición parenteral, quimioterapia, antibioticoterapia crónica o manejo de soluciones ambulatorias

Este texto es informativo para cualquier paciente que requiera de la colocación de un catéter permanente subcutáneo, es decir, un catéter de larga duración que pueda ser colocado por debajo de la piel.

¿Qué es un catéter puerto?


Un catéter es una estructura tubular longitudinal con un lumen interno (o luz interna) que se introduce en cualquier parte del cuerpo, con la intención de establecer una comunicación para fines diagnósticos o terapéuticos, es decir, para ayudar al diagnóstico en algunos pacientes o permitir instaurar tratamientos intravenosos, incluso toma de muestras. El caso del catéter puerto es con fines terapéuticos, sobre todo para tratamiento, aunque su versatilidad potencialmente nos permite utilizarlo con objetivos diagnósticos también.

¿En qué situaciones se utiliza un catéter puerto?


Debido a que el manejo del catéter puerto es realmente cómodo en comparación con otros accesos venosos, tanto para el personal de salud como para el paciente; es utilizado para tratamientos médicos que requieran un acceso intravenoso por un periodo de tiempo largo, como cuando se requiere de administrar antibiótico, quimioterapia, nutrición parenteral (comida fragmentada para que se brinque la digestión y entre directamente a la sangre para nutrir al paciente) o cuando las vías periféricas (venas de los brazos) son de difícil acceso, como cuando requerimos que nos tomen sangre con mucha frecuencia, evitando con esto la multipunción en los vasos de los brazos y disminuyendo incomodidades en el paciente.


¿Cómo se coloca un catéter puerto?


Es un procedimiento que se requiere colocar en un área especial que permita condiciones de esterilidad para diminuir el riesgo de infecciones, incluso de preferencia se debe de colocar en un área que permita visualización directa durante la colocación; la visualización directa se realiza con ultrasonido y fluoroscopía contínua (rayos x contínuos), para verificar la posición correcta.

 

Se punciona la vena con visión directa por ultrasonido, se introduce una guía que permite introducir el catéter. Se requiere hacer una incisión en el pecho del paciente del lado en que quedará colocado el catéter puerto, para poder tunelizar el catéter hacia el tambor, conectando así la vena al sistema, y permitiendo utilizarlo como un acceso venoso. El tambor queda por debajo de la piel, la cual se cierra de las formas tradicionales. Una vez retirados los puntos incluso el paciente puede evitar cubrirse la zona, puesto que la piel, funciona como una barrera natural. 


¿Cómo se usa el catéter puerto? 


El catéter puerto queda instalado por debajo de la piel, un tambor conectado directamente al catéter que se posiciona dentro de una vena principal, el personal calificado realizará una limpieza de la piel para proceder a realizar una punción dentro del tambor que conecta con el catéter, con una aguja especial (se llama aguja de Huber) que permita la adecuación de los equipos necesarios para la conexión y desconexión del tratamiento o la toma de la muestra. Será necesario cubrir la aguja para su adecuada fijación a la piel durante el tratamiento, y evitar se salga del tambor.

 

Cuando el ciclo del tratamiento intravenoso haya terminado, se retira la aguja sin olvidar antes heparinizar el catéter (pasar suero con anticoagulante para evitar que se obstruya). Este paso es ESENCIAL.


¿Qué cuidados debe tener el paciente con un catéter puerto?


Hay una diferencia entre los primeros días hasta el retiro de los puntos. Posterior a la instalación del catéter habrá una pequeña herida por donde fue colocado; esta herida deberá ser cubierta hasta su cicatrización, cuando esto haya pasado, la piel se encontrará íntegra, por lo que, el paciente puede realizar sus actividades normales sin cubrirlo. Los puntos se retiran aproximadamente 10 días posteriores a la colocación.

 

Cuando ya se haya instalado la aguja y se encuentra pasando el tratamiento intravenoso, no olvidar fijar y cubrir adecuadamente para evitar que la aguja se salga o lastime la piel.