HIGIENE VENOSA

MEDIDAS PARA EL CUIDADO DE LAS VENAS

Debido a que somos el único ser vivo en el planeta caminando en bipedestación, es decir, sobre dos de nuestras extremidades (piernas), es importante tener cuidados denominados higiene venosa, sobre todo si padecemos un problema en las venas (várices o insuficiencia venosa).


La salud de las venas depende de unas válvulas dentro de nuestras venas tubulares diseñadas para permitir que la sangre suba pero no baje (como una válvula check), pero también del pleno movimiento de nuestras articulaciones (inicia el retorno venoso  desde la planta) a través de las articulaciones metatarsofalángicas y falanges (huesos de los dedos de los pies), la articulación tibioastragalina o tobillo y la articulación genicular o rodilla. Por lo tanto, de la fuerza de nuestros músculos de la pantorrilla (sóleo y gastrocnemios entre otros); mismos que dependen de la plena función de los nervios periféricos, provenientes de nuestra columna, por lo que, la higiene venosa inicia desde la higiene de nuestra columna y nuestras articulaciones (ver texto de higiene de columna y articulaciones), así como de la salud de nuestros tejidos blandos incluyendo los tendones, ligamentos y músculos. 


Sin embargo, el factor dominante en personas jóvenes es la dilatación de las paredes de las venas que condiciona una mala función de las válvulas, en donde se vuelven ineficientes y permiten que la sangre se regrese y se estanque en las piernas, sin olvidar que las válvulas solo controlan la dirección del flujo. Pero debido a que el retorno venoso depende de la movilidad articular y la fuerza muscular, las venas también se enferman, sobre todo en pacientes mayores o con secuelas de otras enfermedades, cuando se pierde la movilidad plena de los pies, de los ortejos (dedos de los pies), y de los tobillos, por lo que, la higiene de las venas incluye: 

 

1.  Control de peso

a. Debido a que mientras más peso, más volumen de sangre, y por lo tanto, más difícil para las venas y la bomba muscular (el complejo musculoesquelético del pie y de la pantorrilla) subir la sangre de regreso. También debido a que al subir de peso, hay pérdida de masa muscular, por lo que, al perder la fortaleza muscular en las pantorrillas, se exacerba o permite que se desarrolle hipertensión venosa (osea se estanca la sangre en los pies), ya que se considera la bomba muscular de las venas, incluso se le llama el corazón venoso de la pierna. 

2.  Usar medias de compresión, de grado terapéuticas

a.   Las cuales tienen indicaciones particulares (ver AQUÍ guía para el uso correcto de medias de compresión

b.  La compresión terapéutica tiene efectos anti-inflamatorios (desinflaman), analgésicos (quitan el dolor, como cuando uno se aprieta un dedo machucado), bacteriostáticos (entorpecen a las bacterias), fibrinolíticos (ayudan a disolver coágulos), favorecen el retorno venoso, ayudan en el control del edema de cualquier tipo, reversión de cambios de coloración anormales en la piel (como la dermatolipoesclerosis o la dermatitis ocre), estimulan la cicatrización de heridas de cualquier tipo. Sin embargo, requiere ser correctamente colocada, para lo que existe una técnica bien definida y depurada de colocación, y siempre debe ser guiada por un profesional de la salud experto en compresión elástica a través de prendas (ver AQUÍ videos de apoyo, ver guía para la colocación de una media de compresión).

3.   Caminar todos los días, de preferencia con el uso de medias de compresión y si hay insuficiencia venosa estrictamente con medias de compresión

a. Se sugiere distribuir la actividad física necesaria (alrededor de 60 minutos al día) en varias ocasiones a lo largo de todo el día, de 5 a 20 minutos al día en 3 a 12 episodios de actividad. Eso permite mantener activa la circulación de las venas de forma constante, caminando y estimulando el bombeo. Hacerlo de esta forma también permite distribuir de una forma más uniforme el desgaste físico implicado para las articulaciones y columna. 

4.  Ejercicios para fortalecer las pantorrillas

a.  La atrofia muscular puede ser responsable del estancamiento de la sangre en las piernas al no existir un adecuado bombeo de la sangre de abajo hacia arriba. Sin embargo, la actividad se debe hacer con medias o calcetines de compresión, de lo contrario la enfermedad va a tender a empeorar. Si la circulación de las venas en reposo no es buena, menos lo será durante el ejercicio, hay que protegerla. 

5.  Ejercicios para mejorar la movilidad de la articulación del tobillo

a.  La fuerza muscular depende de la movilidad articular, la cual está limitada en un gran número de personas, sobre todo cuando envejecemos, debido al desgaste articular, deterioro de la columna, deterioro de la función nerviosa que limita el movimiento y deriva en atrofia muscular. Si no se recupera la movilidad, entonces la circulación de las venas no se compensará plenamente. (Ver video de movilidad de la articulación del tobillo).

6.  Evitar uso de tacones altos, el tacón debe ser máximo de 3 cm.

a.  La pantorrilla es la bomba muscular de las venas, por lo que, depende de la plena movilidad articular que estimule una efectiva contracción muscular, para el retorno venoso. Para que exista esa contracción muscular, se requiere un ángulo de movilidad suficiente, mismo que se limita mientras más longitud tenga el tacón del calzado que utilizamos. 

7.  Mantenerse adecuadamente hidratado

a. Sobre todo mientras más edad tengamos, debido a que la masa muscular es el tanque de gasolina para el líquido en el cuerpo, por lo que, poca masa muscular nos hace más susceptibles a la deshidratación, un factor muy importante en las trombosis venosas, debido a que la viscocidad (espesor) de la sangre se incrementa, por lo tanto, incrementando el riesgo de taparse (trombosis). Se recomienda tomar agua hora con hora aunque no se perciba sed (125 ml de agua cada hora, en horas diurnas, es un buen promedio que debe adaptarse a necesidades particulares).  

8.  Evitar exponerse a altas temperaturas

a. El calor permite que las venas se dilaten, y por lo tanto, se estanque más la sangre en las piernas, siendo recomendable bañarse con agua tibia o enjuagar las piernas al final del baño de la rodilla hacia abajo con agua fría, para contrarrestar el efecto del agua caliente durante el baño. 

b. Los climas calientes y húmedos también pueden exacerbar un problema de insuficiencia venosa, por lo que, se sugiere utilizar prendas de compresión incluso en esos contextos. 

9.  Tratar problemas de salud nerviosos y osteomusculares

a.  La salud de las venas en muchos pacientes depende de la salud de los músculos, ligamentos, tendones, articulaciones, fascias, grasa, huesos, y nervios, por lo que, no deben ser ignorados, o eventualmente esas enfermedades impactarán de forma negativa en la salud de las venas en un paciente con insuficiencia venosa, incluso incrementa el riesgo de desarrollo de una trombosis venosa. 

10.  ¿Elevar las piernas en las noches?

a.  Sin lugar a dudas elevar las piernas unos minutos favorece el retorno venoso de forma momentánea, exclusivamente en ese tiempo en que se mantienen elevadas, sin embargo, si todo el día estuvieron al declive (hacia abajo), peor aún caminando todo el día, ¿servirá de algo levantarlas solo 5 minutos?. La respuesta es que no, solo sirve durante los 5 minutos que las tuvo elevadas, por lo que, si quiero evitar que la sangre se estanque en mis piernas debo seguir TODAS las demás recomendaciones. 

11.  ¿Hacer ejercicio?

a.  Siempre y cuando el ejercicio se haga con medias de compresión terapéutica para proteger del estancamiento de la sangre en las piernas, ya que de lo contrario el ejercicio sin compresión permitirá más estancamiento y exacerbación de la enfermedad. El objetivo de la actividad física es mantener un cuerpo sano, funcional, evitando caer en los excesos, situación que no solo permitiría que las venas se enfermen más, sino también los músculos, ligamentos, tendones, articulaciones, fascias, huesos y nervios. El desgaste excesivo aunque da buenos resultados a corto plazo -años- (verse bien), genera muchos problemas a largo plazo -décadas- (múltiples problemas de salud, mecánicos). Esa es la razón por la que los fisicoculturistas tienen várices, incluso dermatitis ocre en los tobillos hasta úlceras varicosas.