MEDIDAS PARA PREVENIR ÚLCERAS POR PRESIÓN

Los seres humanos hemos sufrido una evolución cimentada en el nomadismo (movernos continuamente), siendo el primer hallazgo antropológico (restos óseos de hace miles de años) sugestivo de la civilización un fémur con huellas de fractura denominado callo óseo, circunstancia exclusiva como resultado del cuidado pleno de un ser humano por otro ser humano en una situación de máxima vulnerabilidad, que hace miles de años para los seres humanos, y en la vida actual para los animales silvestres, desenlazaría en la muerte segura. La medicina moderna, sin embargo, ha roto esos paradigmas en los seres humanos, permitiendo extender la vida de una forma inimaginable, resultando en secuelas atribuibles directamente al cuidado de un individuo postrado como lo son las úlceras por presión. 

Una herida o úlcera por presión, que suele ocurrir con mayor frecuencia, pero no exclusivamente en las prominencias óseas, es una lesión directamente relacionada al cuidado de pacientes con enfermedades en condición de postración o inmovilidad prolongada. Las lesiones por presión ocurren cuando existe una presión aplicada de forma directa sobre la piel, provocando la disminución de la perfusión tisular  (es decir, la cantidad de oxígeno que llega a la piel), condición que deriva en la necrosis progresiva del sitio lesionado por la presión continua, ya sea de la piel (lo más frecuente) hasta el tejido celular subcutáneo (la grasa, lo más delicado). 

Las lesiones por presión no ocurren en individuos sanos debido a que el dolor es el mecanismo de defensa que impide que presionemos en el mismo lugar de forma continua, obligándonos a cambiar la postura de forma constante (como cuando nos quedamos dormidos recargados sobre el antebrazo), por lo tanto, las esperamos en pacientes que por cualquier motivo hayan perdido este mecanismo de defensa, como cuando hay parálisis por eventos vasculares cerebrales, por secciones medulares, parálisis cerebral infantil, o por cualquier tipo de demencia; otros motivos incluyen inmovilidad prolongada en hospitalización o en unidades de cuidados intensivos en pacientes inconscientes. 

Las lesiones por presión inician con un enrojecimiento en el sitio de presión persistente, que de no revertirse provocarán cianosis y eventualmente necrosis.  

Tomado de Guía de Práctica Clínica Prevención, diagnóstico y manejo de las úlceras por presión en el adulto. Actualización 2015

Para prevenir este tipo de lesiones se recomiendan las siguientes medidas cuando hay limitación de la movilidad o postración: 

a. Los cambios de posición son para evitar aplicar presión continua en el mismo lugar.

b. Alternar la posición lateral de cada lado, decúbito supino (boca arriba), decúbito prono (boca abajo) y sedestación (sentado) (ver imagen).

c. Al realizar estos cambios evitar el arrastre, hacerlos usando una sábana clínica como apoyo; la sábana clínica es una sábana de tamaño estándar doblada de forma tal que abarque de los hombros hasta por debajo de los glúteos del paciente permitiendo desplazarlo levantando los extremos sin manipular directamente el cuerpo del paciente.

2. Usar dispositivos auxiliares para liberar presión en puntos de mayor apoyo (ver imagen) como son: 

a. Colchón de presión alterna, están diseñados especialmente para redistribuir la presión de la superficie del colchón en todo el cuerpo evitando concentrar la presión en zonas específicas. Algunos pacientes sudan mucho con el plástico de estos colchones, por lo que, una opción es colocar una zalea encima que abarque todo el colchón, y además cubrir con sábanas de algodón

b. Cojines de microesferas que deberán ser colocados de forma tal que se conserve la forma anatómica del cuerpo y la comodidad (evitar usar los cojines rellenos de semillas pues son rígidos impidiendo se adapten a la forma anatómica)

3. Mantener limpia y seca la ropa de cama, halar bien la sábana evitando se formen arrugas, bordes o dobleces. 

a.  Esto evita que las arrugas puedan lastimar la piel debido a la constante fricción durante el movimiento.

    4. Cuidar la piel manteniéndola limpia, hidratada y lubricada.

a. Debido a que la deshidratación predispone a que se formen grietas o se rompa la piel con facilidad, sobre todo en un paciente consumido. 

5. Mantener pliegues cutáneos limpios y secos. 

a. Debido a que la humedad predispone a la profileración bacteriana (infecciones) y micótica (hongos), predisponiendo a la formación de heridas 

6. Realizar cambio de pañal cada que esté mojado. 

a. Limpiar gentilmente área genital, usar protectores cutáneos (evitar los que contengan óxido de zinc pues se adhiere a la piel del paciente con mucha facilidad formando una capa gruesa difícil de retirar, obligándonos para su limpieza a ejercer demasida presión llegando a lastimar la piel).

7. Cuando haya dispositivos como puntas nasales o mascarillas cambiar de lugar las fijaciones.

a. Esto evita la presión constante en un solo lugar, también puede utilizar cremas protectoras para la piel.

8. Cuando haya gastrostomía y/o sonda vesical, evitar que el paciente quede encima de éstas pues pueden lastimar la piel. 

a. Es importante siempre verificar la posición de las sondas, ya que al quedar encima de éstas provoca una presión continua y puntual 

9. Realizar una inspección visual diaria de zonas de mayor riesgo de desarrollar úlceras por presión.

a. Ver imagen con zonas de mayor riesgo.

10. Evitar realizar masajes en zonas de presión. 

a.  Predispone a lastimar la piel y que la lesión continúe

11. Evitar el uso de talco y lociones o colonias que contengan alcohol o agua oxigenada.

a.  Debido a que ambos son irritantes para la piel sobre todo en la presencia de heridas

12. Evitar elevar el torso del paciente más de 30 grados cuando se encuentra en decúbito supino (boca arriba).

a. Esto evitará el deslizamiento del paciente hacia abajo, disminuyendo el cizallamiento (la fuerza de cizalla es la suma de la presión aplicada por el peso del paciente sobre un punto de arrastre, es decir, el deslizamiento)


El cuidado continuo y dedicado del paciente con limitación del movimiento siguiendo las recomendaciones sugeridas ayudará a evitar en gran medidas que se formen úlceras por presión y de esta forma sus complicaciones. Las úlceras por presión son un problema que se puede evitar. 

TENGA en cuenta, que si el paciente ya tiene una lesión, sobre todo si es extensa, profunda, o crónica (semanas o meses), si es dolorosa o se encuentra infectada, siempre deben ser guidados por un médico experto en el área, para evitar complicaciones.